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El cerio es uno de los elementos químicos más útiles para la industria en la actualidad. Pertenece al grupo de elementos denominados “Tierras Raras”, pero es casi tan abundante como el cobre. El término Tierras Raras data del siglo XIX y se sigue utilizando. Son más abundantes de lo que su nombre sugiere y se trata de elementos con características metálicas en su estado elemental.

Descubierto en 1803 por los químicos suecos Jöns Jakob Berzelius, considerado el padre de la química moderna, y Wilhelm Hisinger. Recibió su nombre por Ceres, la diosa romana de la agricultura (de ahí las palabras cereal y cerveza) y también debido a que un par de años antes, en 1801, el astrónomo italiano Giuseppe Piazzi le dió este nombre al planetoide (o planeta enano) más grande que existe en el cinturón de asteroides que se encuentra en nuestro sistema solar entre las órbitas de Marte y Júpiter.

El cerio es un metal sólido en su estado elemental, maleable, de color plateado brillante, pero en la naturaleza se lo encuentra presente en diferentes minerales, el más importante de ellos es la monacita, un mineral que contiene sales fosfato de cerio, lantano, torio, neodimio e Itrio.
En la actualidad existe una competencia muy intensa por el acceso a las tierras raras. China acapara el 95 por ciento de la producción mundial y recientemente ha restringido sus exportaciones en forma importante con el objetivo de asegurar su consumo interno y mantener su competitividad en el desarrollo y producción de tecnologías avanzadas. Como consecuencia, el precio del óxido de cerio se encuentra en aumento y sin disminución en su demanda.

Usos e importancia

El óxido de cerio tiene gran importancia en procesos industriales y en la electrónica. También tiene aplicaciones en nanotecnología. Es buen conductor del calor y la electricidad. Se lo usa para producir catalizadores empleados en la industria de refinamiento del petróleo, como material abrasivo para pulir cristales, como aditivo en los combustibles para reducir la contaminación ambiental y en la industria del vidrio. También se lo utiliza, junto con otros elementos de Tierras raras, en las aleaciones metálicas que forman los electrodos de lámparas que emiten luz por arco eléctrico, un sistema utilizado en la industria cinematográfica. Es un elemento presente en el hogar porque es un componente de pantallas y lámparas fluorescentes. Uno de sus primeros usos fue como «piedra» o «yesca» de los encendedores. También se lo encuentra en el tejido de los mantos para lámparas de gas incandescente (o farol de noche).

En su libro El Sistema Periódico, el escritor y químico Primo Levi dedicó el capítulo «Cerio» a su estadía en el campo de concentración de Auschwitz, donde sobrevivió gracias al intercambio de pequeñas varillas de cerio utilizadas como chisperos, por comida.

En el ámbito industrial es considerado un elemento peligroso si se encuentra disperso en el ambiente laboral, dado el alto riesgo de inhalación de polvos conteniendo compuestos de cerio (particularmente óxidos de cerio), puede ocasionar embolias pulmonares. Su concentración en el organismo ocasiona daño hepático severo.

También puede impactar al medio ambiente como consecuencia de la actividad de industrias como la petrolera. O en los rellenos sanitarios, donde se encuentran depositados los desechos de aparatos electrodomésticos, que contaminan suelos y agua y afectan a animales, plantas y seres humanos.