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Por Armando Mudrik

 

La cantidad de luz solar que nuestro planeta refleja hacia el espacio, conocida en astronomía como albedo de la Tierra, ha disminuido de forma apreciable en los últimos años. 
Una forma de medir el albedo desde la superficie terrestre es mediante el  tenue resplandor que se observa en las partes oscuras de la cara de la Luna, por ejemplo, en su fase creciente. 
El brillo de la Tierra  o la luz reflejada desde nuestro planeta hacia la parte oscura de la Luna que puede observarse en un período creciente como el de la imagen, disminuyó de forma apreciable en los últimos años. Según análisis científicos sería una señal de que nuestro planeta está captando más energía solar que en años anteriores. Crédito : NASA.
La Tierra y la Luna aparecen juntas en esta imagen capturada en noviembre de 2016 a 204 millones de kilómetros de distancia por el Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA. Estos cuerpos, como cualquier planeta y satélite natural de nuestro sistema solar son observados a través de la radiación solar que reflejan. Crédito: NASA.
La Tierra vista desde la superficie de Marte.  La Tierra, como cualquier planeta de nuestro sistema solar, es observada desde cualquier punto del espacio a través de la radiación solar que refleja. Crédito: Curiosity NASA.

 

 

Los científicos que se dedican a medir el albedo sugieren que es difícil determinar si la  disminución del reflejo de la luz solar desde la Tierra hacia el espacio se debe a un proceso ambiental que puede concluir prontamente, o a una señal nueva acerca de las condiciones climáticas a escala global de la Tierra.
¿La Tierra se está opacando?
Nuestro planeta, según las clásicas estimaciones, suele reflejar en promedio un 30% de la luz solar que recibe. Pero un nuevo análisis realizado por astrofísicos del Big Bear Solar Observatory de California, Estados Unidos, refuerza discutidos estudios anteriormente publicados que sugieren que la reflectancia de la Tierra ha disminuido en los últimos años. Según se cita en el artículo publicado en la revista Geophysical Research Letters, el equipo liderado por el catedrático estadounidense de Física y director del Big Bear Solar Observatory, Philip Goode, cuantificó que de 1998 a 2017 la reflectancia de la Tierra disminuyó alrededor de un 0,5 por ciento respecto al promedio.
Los detalles del nuevo estudio
Utilizando instrumentos del Big Bear Solar Observatory el equipo de científicos midió el albedo de la Tierra a través del registro  llevado a cabo entre 1998 y 2017. Esto es: de  la luz solar que refleja nuestro planeta, que recibe la Luna y que luego su superficie refleja en gran parte hacia la Tierra. Debido a que la luz terrestre es más fácil de medir cuando la Luna es una delgada media luna y el clima es estable, el equipo recogió apenas 801 puntos de datos durante esos 19 años, según menciona el artículo.
De acuerdo al estudio, gran parte de la disminución de la reflectancia se produjo durante los tres últimos años del periodo de casi dos décadas que el equipo analizó. 
En tanto, los análisis anteriores de los datos ofrecidos por los satélites, insinúan que el descenso de la reflectancia se debe a las temperaturas más cálidas a lo largo de las costas del Pacífico de América del Norte y del Sur, que a su vez redujeron la cobertura de nubes a baja altitud y expusieron las regiones de superficie terrestre subyacentes, generando mares mucho más oscuros y menos reflectantes.
Los autores del aporte publicado en Geophysical Research Letters, estiman que la disminución de la reflectancia de la Tierra entre 1998 y 2017 implicaría que cada metro cuadrado de la superficie de nuestro planeta está absorbiendo, de media, 0,5 vatios más de energía. 
A modo de comparación, los investigadores señalan en su estudio que los gases de efecto invernadero que calientan el planeta y otras actividades humanas durante el mismo periodo aumentaron la entrada de energía en la superficie de la Tierra en unos 0,6 vatios de energía por metro cuadrado. Esto significaría que la disminución de la reflectancia de la Tierra ha duplicado, en ese periodo de casi 20 años, el efecto de calentamiento de nuestro planeta.
Aportes en contexto
Todavía está por verse, de acuerdo a discusiones entre especialistas, si esta disminución en la reflectividad de luz solar recibida por la Tierra se trata de una tendencia a largo plazo. De modo tal que, el aporte realizado por los astrofísicos del Big Bear Solar Observatory reforzaría la necesidad de recoger más datos.
De acuerdo a otros estudios, la disminución de la nubosidad en el Pacífico oriental (costa del Océano Pacífico comprendida entre el sur de México y el norte de Perú)  no es lo único que está recortando el albedo de la Tierra. 
Muchos estudios apuntan a una disminución a largo plazo de los hielos oceánicos (especialmente en el Ártico), del hielo terrestre y de los pequeños contaminantes llamados aerosoles, que dispersan la luz solar hacia el espacio para enfriar la Tierra. Es decir que al disminuir la capa de hielo, la Tierra absorbe más radiación. La radiación extra absorbida por la Tierra en las últimas décadas se destina a calentar los océanos y a derretir más hielo, lo que puede contribuir a un calentamiento aún mayor a través de un círculo vicioso de retroalimentación.
En suma…
Esta última contribución científica se suma a otra serie de estudios sistemáticos que evidencian un cambio de condiciones físicas o ambientales terrestres a escala global agudizadas desde hace un par de décadas.
Aportes de la astrofísica estarían señalando que la Tierra se está opacando. O lo que es lo mismo, nuestro planeta refleja cada vez menos porcentaje de la radiación solar que recibe. ¿Será un fenómeno eventual?, ¿periódico?, ¿o se trata de un proceso ligado al ya innegable cambio climático global? Nuevas investigaciones arrojarán luz al respecto.
Vale destacar que al disminuir la radiación solar reflejada por la Tierra, la porción oscura de la superficie lunar distinguida al observar un creciente, está siendo cada vez menos distinguible. Vemos entonces cómo las condiciones ambientales en nuestro planeta también afectan o impactan en los fenómenos registrados en el espacio celeste. He aquí un interesante vínculo entre cielo y Tierra.
Fuentes:
P.R. Goode et al. Earth’s albedo 1998-2017 as measured from earthshine. Geophysical Research Letters. Vol. 48, Sept. 8, 2021. doi: 10.1029/2021GL094888.
La Tierra y la Luna fotografiadas juntas desde Marte por NASA